domingo, 15 de marzo de 2009

((( Inciso )))

Sonrisa, “hasta luego” y portazo, con la mochila en un hombro y ganas de cantar a voz en grito.
Bajar las escaleras corriendo, saltando en cada rellano, y tarareando.
Una última mirada al espejo de la entrada, recolocar el pelo alborotado, empujar la puerta y ¡¡a vivir!!
Fuera el sol me abraza en cuanto me ve, la hierba y las baldosas ondean con mis pasos, llevándome por caminos cada día distintos.
La alegría me palpita en el pecho, que se ríe hasta de las moscas volando; la brisa fresca me da en la cara y me revuelve el pelo, pero esta vez da igual!
Saltos y vueltas en la calle, con el brillar de los ojos hacia el cielo, disfrutando de ese azul que enamora y del blanco y el moverse de las nubes…
Infinitud, eterno, respiración… ese es el momento de cada día!!
La misma canción una y otra vez, sintiéndola y dejándose llevar por ella mientras los pies te llevan hacia delante, que no paran, que no esperan!!
¡¡Hay tanto que vivir!!
Plantas, piedras, coches, cuestas, silbidos y un jamón; todo lo veo al pasar y a todo le digo “hasta luego”… un adiós queda tan remoto…
Sentada debajo de un árbol, con música, sol, pájaros, papel y boli,
¿qué más se puede pedir?
Me fundo con ese suelo que me arropa, el aire que me envuelve y el hormigueo de dentro que no me deja estar, que quiere verlo y probarlo todo, que se enamora cada día de las pequeñas cosas, y al acostarse sonríe.
Por estos momentos merece la pena todo!!
Llego a la universidad, gente, caras, manos, palabras, vaivén, alboroto, risas, ocupaciones, vivencias…
Con la mochila en el hombro doy una vuelta a ciegas, saludando, dando besos, feliz, feliz, otra vuelta sobre mis talones y te busco con la mirada, sin verte.
Me tocas en la espalda, me doy la vuelta y me miras con tu sonrisa.
“Zas” en el pecho, sonrisa en mis labios.
Momentos que me llenan todos ellos, momentos que tengo casi a diario, como las personas, por los que vivo y muero, como los impulsos, como la melodía oculta de un paisaje, como el trino del gorrión, la libertad del mar, la frescura del aire o la calidez de la tierra.
Volteretas en el césped, calor y complicidad entre tú y yo.
Flotando en este bienestar, disfrutar de todo, respirar hondo y estar aquí.
Si con un espejo lo pudiera vivir doble…
Mirada al frente, cabeza alta: ¡¡un camino me espera!!

4 comentarios:

  1. No te prodigas mucho con las entradas pero cuando lo haces es realmente un placer leerte.

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  2. Vaya gracias!! tengo otras al principio del blog que quizás te gusten.. un saludo!

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  3. Heyy!! Genial!! Ese es el auténtico espíritu de vida, el que disfruta las cosas pequeñas para sentir y vivir cada momento al máximo!!

    Me alegro muchisimo de que puedas sentirte así, porque hay pocas personas que puedan y se pierden tantas maravillas de la vida... porque los pequeños detalles lo son todo.

    Muy bonito, sin duda ^__^
    Menuda sensación cuando te aparece por la espalda, eh? ;)

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  4. Unos tanto y otros tan poco... que hasta se mantienen sin inspiración. Sin ánimo.

    #47

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