jueves, 29 de enero de 2009

Improvisación

Sí.
Hoy ha empezado con un sí,
pronunciado desnuda entre las sábanas
con los ojos abiertos en la oscuridad
y un dibujo de sonrisa suficiente.
En la calle voy mirando de reojo,
con una invitación muda a cada mirada que se cruza,
miles de encuentros con ojos oscuros y voluptuosos
que se mezclan con los míos,
intercambiando espirales giratorias
de deseo descendente
entre lluvias de destellos.
Camino segura de mí misma.
A cada paso domino las baldosas del suelo,
sometiéndolo a mis pasos.
Algo que sujetaba entre los dedos cae al suelo.
Lo miro sonriente, mientras lo destrozo con desprecio
y sigo mi camino.
Disfruto del viento en mi cara,
que me aparta el pelo y me pone a prueba.
Suspiro.
Hoy estoy hecha de madera con acero,
y me encanta esa sensación.
Hoy os miro desde arriba,
riéndome de vosotros.
Hoy no os necesito capullos,
que os atropelle un camión.
Una alegría salvaje me corroe por dentro,
mientras pego un tirón a la tela de mi falda
y la echo al aire.
Es lo único que vais a tener de mí,
porque no podéis imaginar
lo que esconde mi cabeza, patanes.
Vuestro desprecio me ha hecho más fuerte.
Y ahora que se ha ido el desprecio, la fuerza permanece.
Sigo sonriendo.
Hoy acabará bien.

sábado, 17 de enero de 2009

El lobo

El rugido que sale de mi garganta hace temblar los pilares del edificio.
Se eleva más y más en este aire gélido de noche,
aire de soledad, amargura y vacío.
Vuelvo a rugir mientras me destrozo las cuerdas vocales,
y la sangre resbala rápida hasta mi estómago.
Está caliente.
Es el único calor que siento en mucho tiempo.
Cruzo la carretera
y a cada paso
siento que voy muriendo un poco más.
En realidad ya estoy muerta, pero alguien se empeña en hacerme creer lo contrario
para divertirse con mi sufrimiento, mis amargas sorpresas y mi llanto.
Los lobos salvajes de mi interior están sedientos.
Sedientos de sangre y violencia.
Miran a través de unos ojos que no son míos con la mirada del cazador.
¿Soy cazador o presa?
Un brillo diabólico sale por mis pupilas.
La sonrisa que dibujo no sé si tiene más de agresividad o de muerte.
Quiero sentir cómo se despedaza vuestra carne entre mis dientes
mientras gritáis despavoridos
un poco de perdón;
¡¡Se me llevan los demonios!!
¡¡¡Cállate, maldita sea, que acrecentas mi odio a cada palabra!!!
¡¡¡Yo no quiero odiarte!!
¡¡No quiero!!
¿Pero qué coño te hace suponer que voy a escuchar tus gritos de ayuda cuando tú has olvidado los míos tanto tiempo??
Me tenías al lado.
¡¡Y me ignoraste!!
Aprieto los dientes sobre cada una de tus heridas, clavándolos.
Una furia inmensa me recorre como un escalofrío
y agito la cabeza hacia los lados poseída por la fiebre de la lucha.
Me hablas y escupo en tus palabras.
Pero son los recuerdos los que me impiden destrozarte como casi haces tú conmigo.
No es benevolencia ni piedad.
Es...
¿qué es?
¿debilidad, incapacidad?
las notas de un piano suenan en mis oídos...
siento un hachazo en lo más profundo de mi ser.
¡¡No puedo hacerlo!!
Sin embargo tampoco me salen las lágrimas...
No me das ninguna pena, ahí tirado en el suelo desangrándote por las flagrantes heridas que te he provocado...
pero ese piano...
¡¡sigue aquí!!
y maldita sea.... cada nota se me clava como una bala.
Y en ese momento, mi lobo decide retirarse.
Ya no brilla la maldad en mí.
La sangre se ha secado de mis dientes.
Y lo que queda es un despojo.
Huyo a mi madriguera.
Aún no he acabado contigo.
Una batalla no es la guerra.

jueves, 15 de enero de 2009

Antártida

Hoy
escribo sin saber
(como siempre)
cómo acabará esta misiva
(que no es tal)
sin destinatario
ni mensaje.
La sensación predominante hoy es la de una mano estrujándome
con cariño todos los metros de intestino que pueda abarcar.
Parece que me hayan tirado una piedra
alejándome de todo lugar
en el que me gustaría estar
y hasta ahora estaba a gusto.
Como si me hubieran dicho "zape"! o me persiguieran con puños blancos
para ver mejor el color de mi sangre tras la paliza de siempre.
Repudiada, por entes que tienen menos alma que verguënza.
Engañada, por creer en sus palabras.
Dolida, porque soy jilipollas y no me decido a aprender.
Ahora mismo me gustaría tirarme por encima una jarra de agua helada,
para tensar todos mis músculos y asegurarme de que sigo aquí,
de que nadie me ha robado para luego tirarme del maletero del coche con una patada.
El veneno de las palabras hoy no me sale para vosotros,
hoy me intoxica a mí
de una forma dulce, no obstante.
Me gustaría despertar mañana en una glaciación;
a ver si el frío intenso os hace explotar el cerebro.
Tengo curiosidad en saber cómo os comportaríais después.
Qué motivaciones guiarían vuestros actos..
Qué naturaleza es en realidad la que subyace en el fondo de tanta mierda.
Tengo sueño...
mañana no me pondré el despertador.

sábado, 10 de enero de 2009

Zas

Machacada
pisoteada
ahogada
y asfixiada.
Sin sentido
como estas letras
Sin orden
como una lluvia de ideas
Sin coherencia y sin respeto.
Sin ánimo, sin sal
sin llamas,
en el huracán.
Perdida en la soledad
bañada en tristeza.
Sollozos dentro
llanto fuera.
Rebelión, incomprensión
cólera y orgullo destrozado.
Sollozos dentro
llanto fuera.
Dolor de alma
tan fuerte y ardiente
que se quema y desaparece
como todo lo que importa
como todo lo que no importa
como todo lo que miro
y todo lo que pierdo.
Sollozos dentro
llanto fuera.
hoy no podré quitarme
la plancha de hierro de los pulmones.
Puños en la pared
dientes en el suelo
ojos rojos
y cristales rotos.
Mi alma grita desgarradoramente
tan fuerte
que temo que la oigan
todos los jilipollas que se sientan a mi lado a todas horas.
Sollozos dentro
llanto fuera.
Sangre en la garganta.
Quizás algún día aprenda.
Quizás no.
Mientras espero la respuesta,
me pudro en medio
de charcos negros envenenados
con volutas de humo y frío.

jueves, 1 de enero de 2009

Reflexión

Estoy de cara a la pared.
Con los ojos bajos, miro fijamente su pintura.
Tú me hablas desde atrás.
No estoy escuchándote.
Eres sólo una puta que intenta amargarme desde hace años,
maldita hora en que te conocí...
buscas cualquier excusa para martirizarme.
Realmente la pared está bien pintada, ni un cambio de tono en el color,
ni un grumo mal puesto...
Tu zumbido sigue tronando en mi oido.
Criatura, ¿¿no sabes lo que es callarse??
Hago una mueca con la boca que tú no ves.
Me gustaría arrancarte la lengua, y ver cómo revientas al no poder hablar.
De repente sales de la habitación.
Qué descanso...
En mi cerebro se maquina una idea.
Aún es demasiado abstracta,
no tiene forma,
pero sólo necesita un poco más de tiempo.
Estiro los nudillos.
Me duele el puño.
Quizás sea de mis peleas nocturnas con esa sombra que me acosa y acaba durmiendo conmigo...
No consigo atrapar ese destello que revolotea por mi cerebro...
En el estómago el mismo nudo rígido de todos los días.
Miro por la ventana.
Y así, sin más, siento aflojarse una tensión dentro...
cierro los ojos mientras una lluvia de recuerdos golpea con furia mi mente
lágrimas llegan a mis ojos
y un sollozo contenido revienta en mi pecho.
Como no puedo llorar toda mi mezquinidad,
toda mi avaricia
toda mi mala intención
y todo mi dolor
decido hacer un esfuerzo
y tragarmelo todo..
Cuesta
pero al final (y como siempre) lo consigo.
Respiro hondo, dejando que el aire me llene completamente,
y lo expulso despacio....despacio...
Un instante de duda.
Y vuelvo a armarme..
como cuando se colocan las piezas de un puzzle.
Me cubro para resistir lo que veo todos los días.
Para verlo y no ponerme a gritar en medio de la calle,
gritar y gritar con todas mis fuerzas
hasta caer de rodillas
y golpearme la cabeza contra el suelo
porque mi garganta es incapaz de emitir más sonidos.
Tanta hipocresía...
Tanta maldad...
Tanta indiferencia...
Tanto vacío..
Acosadores incansables e invencibles de la humanidad,
convertidos en ídolos adorados,
becerros de oro mudos
que sin embargo manipulan a su antojo todo cuanto quieren,
destronando toda otra razón
y a la razón misma.
Vosotros....
habéis sido creados por el hombre..
o quizás nacisteis ya con él,
con el mismo hombre que os alimentó
y al que destruiréis....
Lo merecemos... ¿verdad?

¿qué opinais?