jueves, 28 de junio de 2012

Cielo de tormenta

¿Y si sólo soy el reflejo parecido de lo que un día quisiste?
¿Seré esa sombra de, esa esperanza (valga la irónica redundancia)de no haberlo perdido completamente?
O puede que sea como un corcho en el mar, únicamente un vaso de agua en un desierto.

Algo que no llega a florecer nunca, porque no tiene raíz.
¿Y quién lo sabe? Yo no, desde luego.
Y la amargura de volver a sentir que no soy de ninguna parte, que nunca es suficiente y que siempre voy dos pasos por detrás me roba las noches, el aire y la sonrisa.

Vuelvo a sentir que se acerca, la tormenta con la que sueño de noche empieza a forjarse en mí... no sé qué más hacer para evitarla, me descubro a mí misma el secreto de que no soy suficiente para pararla. Y mis pies se niegan a andar ya.

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