jueves, 29 de enero de 2009

Improvisación

Sí.
Hoy ha empezado con un sí,
pronunciado desnuda entre las sábanas
con los ojos abiertos en la oscuridad
y un dibujo de sonrisa suficiente.
En la calle voy mirando de reojo,
con una invitación muda a cada mirada que se cruza,
miles de encuentros con ojos oscuros y voluptuosos
que se mezclan con los míos,
intercambiando espirales giratorias
de deseo descendente
entre lluvias de destellos.
Camino segura de mí misma.
A cada paso domino las baldosas del suelo,
sometiéndolo a mis pasos.
Algo que sujetaba entre los dedos cae al suelo.
Lo miro sonriente, mientras lo destrozo con desprecio
y sigo mi camino.
Disfruto del viento en mi cara,
que me aparta el pelo y me pone a prueba.
Suspiro.
Hoy estoy hecha de madera con acero,
y me encanta esa sensación.
Hoy os miro desde arriba,
riéndome de vosotros.
Hoy no os necesito capullos,
que os atropelle un camión.
Una alegría salvaje me corroe por dentro,
mientras pego un tirón a la tela de mi falda
y la echo al aire.
Es lo único que vais a tener de mí,
porque no podéis imaginar
lo que esconde mi cabeza, patanes.
Vuestro desprecio me ha hecho más fuerte.
Y ahora que se ha ido el desprecio, la fuerza permanece.
Sigo sonriendo.
Hoy acabará bien.

2 comentarios:

  1. Hoy... miremos el mundo desde arriba. Porque arriba tampoco te quedas sola, qué mala suerte.

    #47

    ResponderEliminar
  2. Eso no es mala suerte.
    Aunque no pienso compartir las vistas...

    ResponderEliminar