jueves, 20 de mayo de 2010

Llueve...

Y ahora… dime tú qué.

Sigo esperando para ver cuándo será la última vez que te escriba…

Aunque jamás lo sepas, ni lo leerás.

Imágenes cortadas vienen a mi cabeza, un poco borrosas por el tiempo y por las lágrimas turbias que cayeron encima de cada recuerdo;

Momentos aislados que nunca fueron un todo, que jamás formaron parte de un “Nuestro”, para ti nunca existí como esa referencia sólida que está presente en tu cabeza…

Se me acaba la frustración lentamente, siento cómo apuro lo poco que queda en esta copa de fracasos para mí, mientras me reseco aún más por dentro, quedando las cicatrices en mi madera, a la que ya no alegrará ni el sol.

Vomito sobre las teclas un sentimiento sustitutivo de la rabia, ayudada por las únicas compañeras incorpóreas que pueden comprender y aliviar este desaliento sin inicio ni fin: notas de música.

Música, que me ayuda a no morir aún mientras vivo; que me traen sensaciones, pero que ya no pueden tampoco hacerme llorar…

Y contemplo impasible el camino en el que estás, sin moverme, en el mismo sitio en el que un día te pedí ayuda con una mirada y tú… tú no volviste a mirar.

Nunca vuelves a mirar, ni a pensar, ni a querer.

Y quizá lo que me haga daño sea el saber que anidaste en mí para marcharte cuando todo estaba listo; cuando dediqué la mejor de mis sonrisas a la pared que había detrás de ti.

También cuando di mis besos más sinceros a un cuerpo que sólo quería sexo; cuando conté cosas tan mías en momentos al parecer cualquieras; cuando te dije tantas veces “Te quiero”, convencida de que como a ti, no volveré a querer a nadie; cuando puse nuestra amistad por encima incluso de mis límites,

Cuando esperé mensajes tuyos hasta las 4 de la madrugada, mensajes que nunca llegaron y que yo necesitaba.

Cuand o te abrazaba desde el corazón y tú sólo con los brazos; cuando te miraba mientras dormías, cuando encontraba tesoros en tus ojos, cuando me bastaba tenerte cerca para no poder respirar, cuando te enseñé lo mejor de mí y me ignoraste, cuando yo intenté construir algo sólido y tú sólo me dabas escombros; todas las veces que no creíste en mí, todas las que te reíste, todas las que te olvidaste, todas las que te dieron igual, todas las que no pensaste en las consecuencias, todas las que hiciste por interés, las que fueron moneda de cambio por un polvo, cuando yo te di porque me salía de dentro y tú me lo devolviste todo, cuando te necesité para hablar y tú me diste un portazo, cuando yo puse amor y tú un calentón, cuando necesité saber qué era para ti y fui el puto último mono, cuando la besaste, cuando estuve ahí, cuando fuimos 3, cuando no querías fotos nuestras, cuando estudié contigo, cuando te demostré que estaría ahí y tú me miraste de reojo, cuando rechazaste los lazos conmigo, cuando el orgullo valió más que yo para ti, cuando te escribía cosas y tú me las comprabas, cuando rompí el puzle que hice para ti, y ni preguntaste; cuando pasé esos 2 meses…

Cuando me dijiste que no confiabas en mí, cuando necesitaste pensar qué sentías por mí, cuando fui el pañuelo del bolsillo que una vez lleno de mocos se tira, por tanto y tanto esfuerzo de mi parte para conseguir NADA,

Cuando tuviste miedo de mí, cuando desesperé y tú no hiciste nada; cuando te quise con rabia y tú… tú estabas probando.

Por todo esto, y más que ya no digo, no tengas el valor de preguntarme qué ha pasado.

Saldrás de mi vida al final, y aunque no todo ha sido asi obviamente, estos recuerdos son los que me poblan la mente ahora, y no quiero recordar los demás.

No de momento. Tras 3 meses ya sólo me queda vacío.

Ni canciones, ni Scrat, ni piano, ni cerdos, ni cariño.

¿Lo peor? Fue en parte mi elección.

¿Lo mejor? La intensidad con la que una vez sentí que estaba viva.

Y no diré adiós, bastardo, porque siempre eres la maldita penúltima copa.

3 comentarios:

  1. Dios... que cantidad de sensaciones; sensaciones que vienen de atrás, de esas que quieres borrar, y no puedes... sé de que estas hablando perfectamente, y tus líneas están escritas con una amargura y rencor increíble, no pensé que lo llevaras hasta ese extremo... pero visto lo visto, se entiende.
    Y yo me quedo con esto:

    "Música, que me ayuda a no morir aún mientras vivo; que me traen sensaciones, pero que ya no pueden tampoco hacerme llorar… "

    ResponderEliminar
  2. Tus palabras arañan. Tienen fiereza y sinceridad; me ha encantado.
    No me entiendas mal, no disfruto con el dolor, y menos con el tuyo... pero se te nota tan FUERTE, ¡tan majestuosa!
    Eres fantástica.

    ResponderEliminar
  3. Og, me dejas sin palabras.
    No te malinterpreto, de hecho si algo me gusta es que no te quedes indiferente cuando lees algo que he escrito, sea bueno o malo ^^

    ResponderEliminar