miércoles, 12 de mayo de 2010

Y vuelvo a ser un loco, para sobrevivir a la locura de la vida...
Pero es que se está tan bien respirando con el rocío de la mañana,
tumbada bajo el 4º árbol,
sobre todas las luces de la ciudad...
se está tan bien aquí arriba,
sin dejarme perturbar por nada ajeno y extraño,
por todas las cosas que no saben, que no sabrán,
que no viven, que no sienten, no así...
Hoy, queridas costumbres sociales incuestionadas,
hoy, os abandono a vuestra suerte.
No volveréis a cortarme las alas otra vez,
no después de este día.
Y uff... ahora sí me siento libre,
libre de buscar el camino que yo elija,
sin peso a mis espaldas..
Libre, sí.

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