martes, 1 de noviembre de 2011

Llaves

Reformas internas, sí, pero estoy muy lejos de cerrar por obras…
En mitad de la estepa,
Compuesta por frío, amarga desolación y frentes en el suelo,
Encuentras un refugio, ¡un refugio!
No preguntes si puedes pasar, ya estás dentro…

Tic, tac, tic, tac…
Susurros de pieles y de labios suben la temperatura,
Y me empiezan a quitar ropa, mientras yo miro sin protestar.
Dedos, ágiles, que escriben historias interminables de promesas, futuros y pasados;
Sobre teclas o sobre miradas,
Miradas que hablan mucho más que palabras
Y que relucen en la oscuridad por la sinceridad de su brillo;
Al mismo tiempo que tras las pestañas de unos párpados cerrados caen candados centenarios a modo de lluvia del pasado;

Ya no ahoga, ni duelen los golpes del acero contra el suelo manchado de sangre seca…
Tinta negra redibuja,
Siguiendo hileras tal vez caprichosas y largo tiempo secas;
Llueve polvo del cielo,
El mismo que afirmaba poder volar para siempre…

Unas botas dan un paso en la calle mientras arrecia la lluvia,
Contempla el cielo cuajado de electricidad,
Dudas y calma VS ilusión y llamas en su mente.
Y la certeza de seguir caminando hacia delante con paso firme,
Puede que más seguro que nunca hasta ahora…

El túnel del tiempo es un juguete cruel…
Y cruzarse en el camino, un presente innegable.

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